El brillante, jocoso arranque de Planet 51 viene a ser un sombrerazo a la inmarchitable Mars Attacks!, de Tim Burton; vamos, la caricatura de una caricatura. En realidad, se trata de la película que están viendo en un cine un puñado de entusiastas de la S/F del planeta de marras, allí donde los humanos ejercen el mismo papel que los marcianos en la paranoica ciencia-ficción de los años 50. Luego viene la presentación de los personajes en una serie de rápidos apuntes que recuerda el inicio de Robots. Y poco después entramos en materia: la llegada de un astronauta de la Tierra hace cundir el pánico (el ejército entra en acción, etc.) y pone en marcha la aventura.
Una aventura con brío, recorrida de punta a punta por un humor tan simpático como errático. Planet 51 transpira pasión por las epopeyas de invasiones y la animación, conoce perfectamente el terreno que pisa (no en vano Stillman, el guionista, se fogueó en Beavis & Butt-Head y participó en Shrek y Shrek 2), ostenta un look de alto nivel y un endiablado, eléctrico ritmo narrativo, pero también deja la sensación de ser un producto cosido sobre retales ya muy transitados. ¿Y el eco de WALL·E (aunque con los colores de Eve) que reverbera en el pequeño robot con cajoncito? ¿Casualidad?
Por Jordi Batlle
*Información extraída de
Fotogramas.com
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