lunes, 31 de enero de 2011

Entrevista con Bruce Willis


A punto de cumplir los 56 años, Bruce Willis se pasa la jubilación forzosa por el Arco del Triunfo en 'Red', un thriller de Robert Schwentke ('Más allá del tiempo') en el que forma grupo salvaje con otros veteranos ilustres como John Malkovich, Helen Mirren o Morgan Freeman.

Bruce Willis no soporta a los periodistas. Eso sí, muy de vez en cuando, tiene un buen día y los tolera. El año pasado, por ejemplo, tuvo uno: 24 horas después de una entrevista desastrosa, una compañera francesa recibió una llamada. Era Willis, que quería disculparse y responder a las preguntas personales que se había negado a contestar el día anterior. ¿Por qué? Porque soy un caballero, respondió el actor. Hoy Bruce Willis no tiene uno de esos días. Lo que tiene es un jet lag de caballo y un insoportable dolor de barriga, así que preferiría estar en cualquier otro sitio en lugar de tener que cumplir compromisos promocionales.

Willis nos ha dado cita para presentar 'Red', la adaptación del cómic de Warren Ellis y Cully Hamner sobre un grupo de agentes jubilados de la CIA, a los que da vida un reparto de auténtico lujo y con la que podría romper una racha no demasiado afortunada de films protagonizados por él desde el estreno de 'La Jungla 4.0' (Len Wiseman, 2007). Más aún, podría ser la primera carta de un nuevo poker de éxitos. Si las negociaciones llegan a buen puerto, Willis estará en lo nuevo de Wes Anderson, Stephen Frears y, otra vez, M. Night Shyamalan, con quien parece haber alcanzado las más altas cimas de su carrera en el díptico formado por 'El sexto sentido' (1999) y 'El protegido' (2000). Con desgana, pero no sin inteligencia, el actor respondió a las preguntas de FOTOGRAMAS en París.

ACCIÓN (Y REPARTO) AL ROJO VIVO

Hace tiempo dijo que le gustaría que las películas de acción fueran más creativas y originales. ¿Es este el film que pedía a gritos?
Sí. 'Red' podría ser una respuesta a ese deseo. En el cine me parece importante competir con uno mismo e intentar hacer cosas nuevas. Hay que renovar las fórmulas clásicas, incluso dentro de un género como la acción, en el que siempre se deben respetar ciertas reglas. En este sentido, 'Red' no se parece a ninguna otra película. Me pareció un proyecto muy ambicioso, que unía grandes dosis de acción, romance y comedia. Las demás películas se suelen conformar con contener solo uno de esos tres factores.

¿Fue el reparto lo que le impulsó a participar en 'Red'?
Yo fui el primero que aceptó hacer la película, sin saber que todas estas estrellas se acabarían embarcando en ella. Estuve presente durante todo el rodaje, al que cada semana se incorporaban compañeros de lujo, como Morgan Freeman, John Malkovich, Mary-Louise Parker y Helen Mirren, que dará mucho que hablar por su cambio de registro. Está estupenda y no necesitó ningún consejo para las escenas de acción. Se creó una dinámica muy positiva entre todos nosotros. Hacía mucho tiempo que no trabajaba de esta manera.

¿
Diría que sus últimos proyectos han tenido un perfil más bajo?
(Irritado). En absoluto. No es lo que quería decir. Me refiero a que hacía mucho tiempo que no trabajaba con tantas estrellas al mismo tiempo. En ese sentido, ha sido una película muy poco habitual para mí.

EL ÚLTIMO GRAN HÉROE

Irrumpió en el cine de los 80 como un héroe de acción diferente, algo irónico y de aspecto más corriente que el protagonista hipermusculado de turno. ¿Se ha sentido encasillado en el mismo tipo de personaje?
He salvado el mundo 11 veces en mis películas, así que empiezo a pensar que es lo que los estudios quieren que haga. Pero reconozco que esas películas no son mis favoritas. No es que cada vez que recibo uno de esos guiones me ponga a dar saltos de alegría y grite: ¡Qué bien, más armas! Tengo la suerte de poder participar en proyectos que me permiten hacer otro tipo de papeles y no interpretar siempre a policías. Por ejemplo, acabo de recibir el guión de lo nuevo de M. Night Shyamalan, que se llamará 'The Connected'. No puedo contar nada, salvo que Gwyneth Paltrow y Bradley Cooper también estarán en la película. Lo único que falta decidir es cuándo la rodaremos.

¿No ha echado en falta, por ejemplo, interpretar a malvados?

Siempre me han ofrecido buenos tipos. Desde 'La jungla de cristal' (John McTiernan, 1988) ha sido así. John McClane se convirtió en un icono, así que después tuve que seguir un cierto código. Por ejemplo, no podía ir por ahí pegando a las mujeres. Cuando una película tiene éxito, Hollywood te sigue proponiendo el mismo papel una y otra vez. Mi trabajo consiste en escapar a ese encasillamiento, aunque reconozco que no siempre me ha salido bien. Además, la mayoría de películas siguen el mismo esquema: un buen tipo con problemas consigue superarlos hacia el final. Si no siguieran este patrón, el cine perdería muchos espectadores. Si siempre ganara el malo de la película, el cine terminaría desapareciendo.

El año pasado rodó cinco películas. ¿Es un adicto al trabajo?
No crea. Lo que más me gusta es no hacer nada. Tengo una vida personal que me hace muy feliz, así que intento pasar más tiempo con mi mujer (la modelo Emma Heming, con quien se casó en 2009) que delante de una cámara. Y también con mis hijas, de quienes estoy muy orgulloso. Son unas chicas estupendas, muy seguras de sí mismas. A veces intento impresionar a los tipos que salen con ellas interpretando al poli malo, pero ellas me hacen callar. No me necesitan. Son lo suficientemente listas para saber cómo son los chicos de su edad.

HOMBRE DE DERECHAS

¿Qué le sigue gustando del cine? ¿Se plantearía dejarlo todo algún día?
Lo que me gusta es lo mismo que me apasionaba cuando era un crío: esas cosas mágicas que suceden en pantalla y que como actor consigues provocar, a veces sin saber muy bien cómo lo has logrado. Lo que está claro es que no sigo en este negocio por la fama. La fama solo sirve para conseguir una buena mesa en un restaurante. Es una ilusión colectiva. La gente necesita a famosos a los que pueda convertir en héroes a quienes poder admirar. Pero yo no necesito esa admiración para sentirme bien conmigo mismo. Siempre ha expresado abiertamente sus opiniones políticas, próximas al Partido Republicano.

¿Cree que ha perjudicado a su carrera en un universo tan liberal como Hollywood?
Yo soy de Nueva Jersey y allí todo el mundo dice lo que piensa (sonrisa irónica). Por lo menos, en Estados Unidos tenemos libertad de expresión. No creo que haya dañado mi carrera en absoluto.

¿Ni siquiera cuando ofreció un millón de dólares a quien matara a Bin Laden y otro millón para el asesino de Saddam Hussein?
(Tenso) Eso formaba parte de una conversación privada. Alguien lo escuchó y lo publicaron por todas partes. En todo caso, no se trataba de ninguna broma. Lo dije muy en serio, aunque no era asunto de nadie.

¿Qué hay del auténtico Bruce Willis en los personajes que interpreta en el cine?
No puedo controlar la imagen que se tiene de mí, aunque puedo asegurar que mi identidad es muy diferente a la de los personajes que interpreto. Tal vez tengamos en común que no nos tomamos a nosotros mismos demasiado en serio.

¿Si no ha hecho más personajes dramáticos y vulnerables es únicamente porque no se los han ofrecido?
(Largo silencio) Puede que cuando era más joven no estuviera preparado para interpretarlos. Pero me acerco a una edad en que va a ser cada vez más fácil interpretar este tipo de papeles. Cada vez me ofrecen más personajes sensibles y vulnerables. ¿Que si ha sido un problema de madurez? No lo sé. Diría que más bien ha sido un problema de circunstancias. A veces no me apetecía y otras el guión no valía la pena. Piensa que tampoco se hacen tantas buenas películas al año...

LA OCASIÓN LA PINTAN...

¿Está orgulloso de su carrera?
Estoy orgulloso de haber intentado hacer las cosas lo mejor que he podido. No siempre me ha salido como yo quería, pero algunas veces he dado en la diana. Por ejemplo, con 'El sexto sentido'. Recuerdo que el productor dijo que no la había entendido y vendió gran parte de los derechos a una compañía independiente que se terminó haciendo muy rica. También estoy contento de haber tenido una carrera larga. En Hollywood, la longevidad es un mérito en sí mismo. Que no te descarten por el camino ya es un motivo de satisfacción.

Una vez ironizó diciendo que ser calvo era la forma que Dios tenía de recordarle que era humano. ¿Qué importancia cree que ha tenido su look?
No lo sé, pero todos los días aparece un hombre calvo que me agradece que haya dignificado su alopecia... Es muy curioso, porque en la prensa británica siempre me presentan como el actor calvo Bruce Willis, como si fuera un insulto. Me parece ridículo. El aspecto que tengas no importa demasiado. Más que nada, porque no es lo que provoca que la gente te quiera más o menos.

En marzo cumplirá 56 años. ¿Se sigue sintiendo joven?
Me siento como si tuviera 25 años. Sigo siendo capaz de luchar y de correr. Voy a rodar la quinta parte de Jungla de Cristal e incluso me gustaría hacer una sexta. Luego dejaré correr esa saga y puede que otro actor tome mi relevo. Pero, de momento, igual que le sucede a mi personaje en 'Red', no tengo ninguna intención de jubilarme.
*Entrevista extraída de Fotogramas.com

domingo, 30 de enero de 2011

Por enésima vez, Los Tres Mosqueteros

Que nadie malinterprete el título, a mi me parece una noticia genial. Además, estará coprotagonizada por uno de los actores que más admiro como lo es Matthew Macfadyen. Sin embargo, no deja de ser cierto que se han hecho más versiones del libro de Dumas de las que se pueden contar con los dedos de una mano, y me atrevería a decir que con los de las dos. Ahí va la noticia:

D'Artagnan, Athos, Porthos y Aramis se han apuntado a la moda de las tres dimensiones. 'The Three Musketeers' relata, una vez más, las aventuras de los personajes de Alejandro Dumas, inspirados en la guardia personal del Rey Luis XIII de Francia. Para disfrutar de un pequeño adelanto, la productora del filme ha publicado nuevas fotos de esta nueva adaptación, en la Red.

El realizador del filme, el director Paul W.S. Anderson, se ha referido así sobre esta nueva vuelta de tuerca a la novela: "Definitivamente, modernizaremos 'Los tres mosqueteros', sin entorpecer la diversión que conlleva rodar una película de época. Pero en nuestra película los corsés y los sombreros de plumas no serán el principal centro de atención. Nuestra versión será un torrente de acción, romance y aventuras".

El ambicioso nuevo proyecto de Constantin, cuenta con un presupuesto de más de 80 millones de dólares, y se trata de un largometraje de acción y romance en un ambiente contemporáneo. Andrew Davies ha escrito, junto Anderson, el guión de la película.

El filme está interpretado por los actores Logan Lerman (D'Artagnan), Ray Stevenson (Porthos), Matthew Macfadyen (Athos), Luke Evans (Aramis), Orlando Bloom (El duque de Buckingham), Milla Jovovich (Milady de Winter) y Christoph Waltz (Cardenal Richelieu). La película se estrena en Estados Unidos el 14 de octubre de 2011.

sábado, 29 de enero de 2011

Disney quiere a Johnny Depp para El Mago de Oz

La historia gira en torno a un extravagante joven ilusionista que es obligado a huir de un circo itinerante. Su globo aerostático es arrastrado por un tornado a la tierra de Oz, que es gobernada por dos mágicas brujas malvadas.

El director de las nuevas cintas de Spiderman Sam Raimi dirigirá el filme, según explicó la cadena en un comunicado. El proyecto, que aún no tiene una fecha de inicio de grabaciones ó de estreno programados, es prioridad para Disney, que espera comenzar la producción en la segunda mitad del año.

Depp tiene una cercana relación con el estudio tras protagonizar su saga Pirates of the Caribbean y actuar en Alice in Wonderland el año pasado. El problema principal para su inclusión en el rodaje es el tiempo. En los próximos meses Depp tiene programado comenzar a filmar Dark Shadows, la adaptación de Tim Burton de la teleserie gótica de la década de 1960, para Warner Bros.

Depp también tiene previsto actuar en The Lone Ranger, también de Disney. Ese proyecto está más atrás en el proceso de desarrollo que Oz, aunque ya tiene director, Gore Verbinski conocido por su trabajo en Pirates of the Caribbean. A Disney claramente le gustaría que Depp trabaje en ambos, pero si se compromete con Oz, eso aleja aún más a la producción de Ranger.


En tanto, Downey parece estar liberando su agenda para el 2011, siendo Oz el segundo proyecto del que se aleja. El actor tenía previsto protagonizar Gravity junto a Sandra Bullock, pero se retiró en noviembre.

Quién no ha visto... El hombre de la máscara de hierro

Pocas son las películas de las que admito con sinceridad llorar cada vez que las veo. No quiero que en ningún momento se confunda dicho lloro con el de los/las sentimentales que lloran con el final de Titanic o E.T. Yo hablo de lágrimas de orgullo, lágrimas que surgen al sentirme identificadda con la película.

Eso pasa cada vez que veo El hombre de la máscara de hierro. Me refiero a la última versión, estrenada en 1998 y protagonizada por Leonardo DiCaprio, Jeremy Irons, John Malkovich, Gerard Depardieu y Gabriel Byrne. La película nos cuenta, una vez más, la historia convertida en leyenda, rodeada de un aura de misterio del rey Luis XIV de Francia.

Realmente, es una de mis películas favoritas, no me canso de verla, a pesar de que me la sepa de memoria. Pero volviendo a mi referencia inicial, explicaré la escena a la que hago referencia, instante en que no puedo evitar que las lágrimas afloren. Se trata pues de la escena en que los tres mosqueteros, acompañados de D'Artagnan y su recién descubierto hijo salen corriendo del callejón sin salida en el que se encuentran, para enfrentarse a la muerte de cara. Corren por el pasadizo secundados por la frase "Qué magnífico valor", son alcanzados por los disparos, y aún así se mantienen en pie.

Se tata de una escena sin duda emocionante, seguida de un momento de lo más emotivo, cuando los "actuales" mosqueteros se niegan a enfrentarse a este grupo de valientes. En fin, un gran momento de una gran película. De lo más recomendable y entretenida para quienes saben apreciarla.

RED

Warren Ellis, autor de culto y primera espada del comic postpunk, no es un guionista fácil de adaptar: su tendencia a lo literario, su soltura a la hora de fusionar nociones científicas complejas con un nihilismo extremo y (sobre todo) la profunda bilis de sus grandes trabajos han propiciado que su primer contacto con Hollywood haya tenido que ser a través de 'Red', una obra menor que quizá recuerde al trabajo de otro guionista estrella, Mark Millar. De hecho, puede que la intención aquí fuera lograr algo similar a 'Wanted' ('Se busca') (Timur Bekmambetov, 2008): una reinterpretación del original afín a las maneras de ese modelo de blockbuster heterodoxo y descreído que probablemente naciera con McG.

Robert Schwentke convierte lo que en papel era un ultraviolento y existencialista estudio de personaje en una comedia de acción coral, dotada de un ingenio y una ligereza encomiables, pero muy alejada del estilo subversivo de Ellis. La película deja al espectador dos momentos para el recuerdo: el modélico, peleón ingreso de Bruce Willis en la edad madura y la poderosa visión de Helen Mirren manejando armamento pesado