miércoles, 17 de febrero de 2010

La carretera más larga de la historia

Para suavizar digamos que la película es aburrida. Desde un punto de vista técnico, resulta fascinante que director y guionista hayan sido capaces de de llenar una hora y cuarenta y cinco minutos de cinta sin que pase absolutamente NADA.


Es triste que lo más destacabla de la película sea su larga duración frente a su falta de contenido.



Veis la foto? Pues eso es todo lo que sucede a lo largo del largometraje, que en esta ocasión, más que nunca, hace honor a su nombre, ya que la película se hace eterna para el espectador.

Se trata de una película insulsa con un final más que predecible. Lo más interesante que sucedió en el cine durante su preyección fue que a lañora que tenía sentada en la fila de enfrente la llamaron por teléfono, y no sólo se puso a hablar tranquilamente ahí mismo, sino que lo hizo en el tono que emplean todos los ancianos cuando hablan por teléfono; ese que te hace pensar "si grita usted un poco más, no le hará falta el móbil".

En resumen, se trata de un film que no hace honor a la espectación que creó la novela, que seguramente es mucho mejor.

Si aún no la has visto, no te molestes en intentarlo, no te pierdes nada, y va en serio, nada en absolto.

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